.Soy yo, sí, pueden creerme, no les engaño. Soy "la Canina", así me llaman, espero que con cierto cariño, aunque no las tengo todas conmigo. Tras mi derrota, aguardo día tras día la remisión de mis pecados, con esta guadaña en mano que tanto detesto y que me siguen haciendo sostener como castigo a mis pecados. Sentado sobre una gran bola, me hacen recordar las viejas miserias que me rodearon un día y que yo vertí sobre el mundo, en aquel tiempo en que mi alma estuvo poseída por el demonio. Nada puedo hacer más que esperar y esperar a que llegue el día de mi perdón.
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Y aquí me veis. No engaño a nadie. Conmigo habita la soledad y el olvido. He experimentado los siete pecados capitales de la misma manera que hice extenderlos por el mundo. He sentido las miserias y penalidades del ser humano. He sentido todo cuanto les hice sentir a cada uno de ellos, atormentandolos día tras día sin descanso alguno... Y perdí... Cuando creí ganado el mundo que Satanás me hubo prometido, desapareció... Y la Muerte que creía invencible se ensañó conmigo al tercer día... Ahora ni siquiera las ratas se acercan a mi... Y aquí habito, en medio de una amarga espera de nada, de nadie, sin destino, sin rumbo. Condenado al destierro, sin destino posible, sin tiempo, en la nada más cruel... ¿qué será de mi?...
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Ya no me queda nada más que esperar y esperar el día del perdón. Mientras, seguiré aquí, sin alma, expuesto a la verguenza de todos, consumiendome día tras día bajo la Cruz a la que tanto ofendí y tanto blasfemé... Hoy quisiera abrazarme a ella con todas mis fuerzas. Sé que si ha de venir algún perdón, vendrá de ella. Y hoy, aún sigo escondiendo cierta esperanza en lograrlo. Sueño con un corazón nuevo, que hará de este esqueleto triste y nauseabundo una persona nueva, que ha encontrado en la derrota y en el abandono más terrible, el camino de la Verdad absoluta... Hoy maldigo a la serpiente que compró mi alma y que juro decapitar con la misma guadaña que me dió por cetro...
Quiero empezar este espacio a modo de memoria de una vida de siglos encadenada a la soledad más indeseable. La experiencia cosechada a través del tiempo y mi vagar a través de las almas del ser humano me han enseñado muchisimas cosas. Por eso, hoy, en busca de esa remisión que anhelo de mis pecados, quiero empezar este blog con el que enseñarles mis memorias, mis experiencias y mis recuerdos, porque yo, pese a que mi figura os auyente, también un día sentí, viví y tuve mis ilusiones como cualquiera de vosotros. No os pido nada, no puedo hacerlo, ni me atrevo. Pero sí quiero que sepan, que cuando mi tétrica figura pase ante vosotros, sabed que en ese esqueleto consumido, atormentado y abatido, también pasa un alma pecadora que está pagando su condena desde tiempo inmemorial y que anhela profundamente el perdón de Dios y de todo el género humano. Que tire la primera piedra quien esté libre de pecado, ¿no es así?... Apiadense de mi, ayudenme a recuperar el corazón que perdí... Que si un día vendí mi alma al diablo, hoy, arrepentido de todo el mal que hice, quiero recuperarla para siempre y de esa manera desterrar la amargura que padezco por mis culpas, por mis defectos y mis pecados...
Hoy empieza Mors Mortem Superavit, la Muerte venció a la Muerte, punto donde nació mi tormento, dejen que hoy acabe para siempre... Se lo pide un alma arrepentida, de la que se mofan cuando pasa y que vive condenada al suplicio del olvido...
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